Las fotografías de texturas de nieve y roca que podéis ver en esta entrada las hice en noviembre de 2008 en la cima de la sierra del Cujón, cerca de Riópar, entonces yo me acababa de comprar la cámara y no tenía mucha idea sobre fotografía y menos aún de composición, pero al final, parece que ese día salió alguna imagen medio decente, en mi opinión, pero aún así cuando las he repasado hace poco, me he dado cuenta de la cantidad de errores compositivos en la mayoría de ellas y la cantidad de oportunidades desaprovechadas que tenía en aquel lugar, como por ejemplo sujetos interesantes que nada más había que acercarse un poco más a ellos para conseguir imágenes más impactantes, o el mal posicionamiento de muchos elementos. He decidido escribir esta entrada para enseñaros algunas de las que más me han gustado a ver que os parecen.
Ahora les he aplicado conocimientos que he aprendido mucho después de hacerlas, como estas composiciones de varias imágenes o el tratamiento del color más frío, y no puedo decir que cuando las hice supiera lo que iba a hacer con ellas, sino que el resultado que aquí veis es fruto de la experimentación con imágenes que tenía olvidadas en mi ordenador.
Las seis texturas que veis arriba las he extraído de fotografías de paisajes que hice ese día, las he recortado a un ratio 2:1 eliminando el horizonte para hacerlas más abstractas y hacer extracciones de estos paisajes y le he puesto un balance de blancos más frío, para reforzar esa misma sensación, el frío.
En todas estas fotografías podemos ver la variedad de texturas que crea la nieve sobre la roca y la vegetación de esta cima, sobre todo los cojines de monja (Erinacea anthyllis), una leguminosa con una particular forma redondeada y que solo crece a cierta altura.
Estas tres fotografías también las he recortado con un ratio 2:1 por que pienso, que compositivamente, se ajustan mejor a la proporción de este formato, también he decidido hacer estas composiciones de varias fotografías con fondo neutro, por que lo observé en el fotógrafo Niall Benvie y me gustó como quedaban esas deconstrucciones del paisaje, y he decidido probar yo a ver lo que salía.
A continuación ya si que podéis ver algunas fotografías sin recortar y con el balance de blancos que tenía configurado en el momento, sin alterar los colores como en las texturas con las que he empezado, nada más que le he tocado un pelín el brillo y el contraste.
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