En la madrugada del pasado día 19 al 20 de este mes de Marzo tuve una gran oportunidad de hacer alguna fotografía nocturna, ya que había luna llena, y esta no iluminaba tanto desde hacia ya mucho tiempo, 19 años nada menos, y eso a mi me conviene mucho ya que con mi cámara compacta solo puedo poner como mucho un minuto de exposición, y ese tiempo en noches sin luna, con noche cerrada, y sin ningún equipo de iluminación, me vale de poco, a no ser aproveche la contaminación lumínica y haya nubes bajas o haga las fotos antes de hacerse de noche del todo, que es como suelo yo sacar algunas de las nocturnas que suelo hacer, pero esto me limita mucho el tiempo ya que con los 15, 30 o 60 segundos que puedo ponerle a mi cámara tengo poco tiempo de actuación hasta que salen las fotos ya muy oscuras, así que no podía dejar pasar esta oportunidad y me fui con mi cámara al Charco del Zorro, un paraje singular de Jumilla, y me puse a hacer fotos a ver lo que salía, ya que con mi cámara en este modo tampoco puedo regularle el balance de blancos, ni el diafragma, ni otros aspectos que me limitan bastante las opciones que tengo, pero me gustaron los resultados, no había conseguido yo aún antes en una fotografía nocturna los colores que conseguí esa noche, esos colores que me enamoraron de esta particular forma de captar imágenes, por que son imposibles de conseguir por el día.
Vistas de las atractivas rocas de este paraje, que tienen un agujero por donde algunas veces cae el agua.
Simetría en el Charco del zorro.
Castillo de Jumilla desde el Charco del Zorro, aprovechando que estaban apagadas las luces que suelen iluminarlo, lo que me quemaría completamente toda la zona de la imagen donde se encuentra.
En estas dos fotografías muestro algo de la flora de este paraje que también fotografié esa noche, una Agave americana (pita) y una Salvia verbenaca (gallocresta). En la foto de la salvia iluminé yo un poco más la planta con las luces del móvil.
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