Los flares están causados por los reflejos internos y la luz parásita de un objetivo, es la luz que se desvía de su trayectoria y acaba alcanzando la película o el sensor, cuando no debería, o no en la forma en que lo hace, pueden manifestarse en la imagen como: manchas de color, halos, velos neblinosos (veiling glare) o imágenes fantasma, el caso de los velos pueden degradar severamente la calidad de la imagen al perder contraste y saturación notablemente, aunque degrade la imagen no es una aberración y pueden estar causados por varios factores, se puede decir que son reflejos incontrolados de la luz al cambiar de medio (de aire a vidrio o al revés) o al chocar con las palas del diafragma, con alguna impureza en el vidrio de las lentes, con la cara interna del barril del objetivo o con la propia película o superficie del sensor. Los multirevestimientos han permitido corregir esto en cierta medida.
Los flares son muchas veces una molestia cuando queremos sacar el sol en el encuadre, pero no tienen por que ser malos siempre, ya que a veces se pueden quedar bien en la imagen y mejorarla o pueden completar un encuadre compositivamente.
Según el diseño de cada objetivo, los flare van a ser de una forma o otra, aunque suelen tener forma circular, las imágenes que podéis ver aquí está hechas todas con cámaras compactas, las tres primeras con una Werlisa WD slim 58, que es la de peor calidad de todas, la que podéis ver a continuación está hecha con una Sansung no mucho mejor que la anterior, y las dos últimas con una Nikon parecida a la anterior, en esta podemos ver como salen cuatro círculos rojos alrededor del sol.
Estuve mirando también en otras fotografías con el sol en el encuadre que hice con una Panasonic Lumix un poco mejor que las tres que he nombrado antes y no encontré ninguna con flares visibles.
Fuente
-García, Efraín y Osuna, Rubén. Fundamentos de fotografía digital.
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